"Plumas al Viento"
Había una vez un hombre que estuvo contando mentiras acerca del sabio del pueblo.
Con el tiempo, aquel chismoso se dio cuenta de que había actuado mal.
Fue a pedirle perdón al sabio y le preguntó cómo podía corregir el error.
El sabio le pidió una sola cosa:
Que agarrara una almohada, la abriera con un cuchillo y luego esparciera al viento las plumas que tenía dentro.
El chismoso se quedó extrañado, pero decidió complacerle, y lo hizo.
Luego volvió a ver al sabio y le preguntó:
- ¿Ya estoy perdonado?
No
- Primero tendrás que ir a recoger todas las plumas - respondió el sabio.
- ¡ Pero eso es imposible ! El viento ya las ha dispersado - protestó el chismoso.
- Pues igual de imposible es deshacer el daño que has causado con tus palabras – concluyó el sabio.
Una vez que dejamos salir las palabras, no podemos recuperarlas, y a menudo nos resulta imposible arreglar el daño que causan.
Aprendan que antes de contar cualquier cosa sobre alguien, recordemos que estamos a punto de soltar plumas al viento, algo imposible de remediar.
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